Filosofando ando

Hace un tiempo escribí mi experiencia buscando colegio para mi hija , recibí muchos comentarios y preguntas de papás agradeciendo la publicación y el último comentario que recibí me hace una pregunta que hace referencia a un niño de 3 años, lo cual me hizo pensar que sería útil escribir también mi experiencia en la búsqueda de jardín de mis hijas. 

Todas nuestras estrategias, acciones, procesos, etc, se crean a partir de nuestras creencias, esto implica que los resultados que estoy obteniendo hoy, “buenos” y “malos”, son provocados por nuestras creencias y no van a cambiar en tanto estas no cambien, “no podemos resolver los problemas usando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando se generaron”(Einstein) . Esto nos lleva a una pregunta fundamental ¿cuál es el tipo de pensamiento que está generando los problemas que tengo hoy como persona u organización, y que me impiden lograr una mejora significativa?

Uno de mis propósitos en la vida es ayudar a construir un mundo mejor, en este camino he estudiado temas que me parecen van en ese rumbo desde mi campo de acción que han sido los sistemas organizacionales, con una filosofía administrativa que promueve la colaboración y no la competencia ( Teoría de Restricciones - TOC ).  En otro punto de mi vida tuve que revisar el tema educativo y las misma filosofía da herramientas de pensamiento y comunicación que permiten solucionar conflictos, tomar decisiones y lograr objetivos ambiciosos de manera ganar-ganar-ganar. También me encontré con el tema de educación alternativa y he profundizado un poco en la pedagogía Montessori .

Una frase sencilla, inocente y con tintes de tragedia. Es la pregunta que ronda con frecuencia mis pensamientos, y en estos últimos tiempos he vivido sucesos que me recuerdan que la pregunta existe. El más significativo ha sido sin duda la muerte de mi padre hace poco más de un mes, donde como el mismo deseó murió feliz. Una muerte digna recurriendo a los procesos del buen morir, proceso que se puede hacer cuando la persona estando consciente y en estado terminal lo solicita.  De ahí podríamos pensar en una primera respuesta: vivimos para morir felices. 

Creo que nunca había sido tan difícil para mi tomar una decisión respecto al voto. Hace 4 años puse todas mis esperanzas en Mockus y puedo decir que participé activamente en su campaña, ya que representaba gran parte de mis creencias sobre lo que puede ser mejor para el país.  Estas elecciones, donde se enfrenta la visión uribista de la realidad, contra la de Santos, que también tiene mucho de neoliberalismo, me han complicado la decisión y comenzaron a hacer parte de las opciones el voto en blanco y la abstención.  Muchos de los que me rodean no tienen duda y dicen que hay que apoyar a Santos, porque el otro candidato nos devolverá a la época de guerra con todos, mientras que Santos ya inició los diálogos que pueden conducir a la paz, por lo menos al desmonte de la guerrilla que lleva más de 50 años en el país.