Filosofando ando

Hace unos días tuvimos la entrega de informes de final de año de mis dos hijas. Como la mayoría de mis interacciones, es un momento para conocerme un poco más a mi mismo. Reuniones de no más de 15 minutos donde el centro de la conversación eran las notas en las distintas materias.  Aunque siempre me ha parecido que el colegio es un medio muy poco efectivo, incluso contrario a lo que puede significar  la posibilidad de una verdadera educación, mi esposa y mis hijas han querido utilizarlo en su proceso de vida, por lo cual mi posición es de mucha atención respecto a todo lo que pueda suceder en él que amenace la curiosidad innata de mis hijas, para poder sortearlo. Por esta razón procuro siempre asistir a estos espacios donde entregan los informes, porque es un momento importante para detectar esas fallas inherentes al sistema colegio que pueden estar afectando a mis hijas. 

  HS: "No debo dar más de lo que el otro me puede devolver" Bastante limitante esta idea, el punto de partida es una completa ilusión y utilitarismo. Sólo puedo suponer, desde mi imaginación cuanto el otro me va a devolver, para entonces decidir si le doy o no. LV: Es que es más profundo que una transacción. Lo que sucede es que a veces romantizamos demasiado el amor y nos perdemos a nosotros mismos en el dar. La realidad es que hay que saber dar, saber recibir y saber tomar HS: En este momento de mi vida comprendo que la realidad es no saber 😉 LV: 🤔 La realidad es no saber... Sí Sabemos poco, pero normalmente construimos a base de certezas intuitivas, de comprensión, de conocimiento o de experiencia HS: Si, nos brinda una sensación de seguridad, pero a la vez nos limita bastante LV: Las certezas, ¡Sí! Lo que pasa es que no podemos deshacernos de ellas, del todo. Las certezas: conocimiento, experiencia, etc HS: Si podemos, pero no queremos porque hemos creído que satisface