Los meses de este año han tenido una carga particular de encuentros conmigo mismo, desafío tras desafío en el día a día, cada día como una vida, cada día lleno de aprendizajes, reflexiones, cazando creencias, viendo que estoy en un lugar distinto al que creía estar, moviendome al parecer cada vez más liviano, soltando aquello que me ata a visiones de mi mismo que no son y observando como la gran formadora de esta ilusión sigue siendo la cultura en que crecimos. Encuentro cada vez más evidencia de que creemos ser algo que no somos y esto hace que sea bastante difícil poder mejorar, el ejemplo más reciente es alrededor del concepto de responsabilidad. La mayoría de personas considera que es responsable, por lo menos creo que nunca me he encontrado con alguien que diga o acepte abiertamente que es un irresponsable, no refiriéndose a un acto específico, sino un irresponsable en la vida.