Un asunto de creencias
Todas nuestras
estrategias, acciones, procesos, etc, se crean a partir de nuestras
creencias, esto implica que los resultados que estoy obteniendo hoy,
“buenos” y “malos”, son provocados por nuestras creencias y
no van a cambiar en tanto estas no cambien, “no podemos resolver
los problemas usando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando
se generaron”(Einstein).
Esto nos lleva a una
pregunta fundamental ¿cuál es el tipo de pensamiento que está
generando los problemas que tengo hoy como persona u organización, y que me impiden lograr
una mejora significativa?
Dado que el tipo de
pensamiento que rige las organizaciones es el tipo de pensamiento de
su cabeza, entonces la pregunta sería aún más retadora ¿cuál es
el tipo de pensamiento de la cabeza?
Ejemplo de la creencias que gobiernan la cabeza y que muy pocos se atreven a retar son:
- Las metas de ventas son el motor que motiva el crecimiento.
- Cumplir las metas de ventas es una condición necesaria para tener una organización en crecimiento sostenible.
El mayor obstáculo para
lograr una mejora significativa, es que requiere que la cabeza rete
supuestos que considera muy válidos*, tan válidos que son casi
invisibles, son aceptados como un hecho de la vida, “todos hacen lo
mismo”. Esto mismo hace que sea tan poderoso retar estos supuestos,
al retarlos voy a hacer algo que me diferenciará de los demás y me
dará una ventaja competitiva decisiva y para la competencia será
muy difícil imitarla, porque implica cambiar una creencia que todos
consideran válida, lo más probable es que la competencia considere
que la organización está “loca” y cuando se den cuenta de los
buenos resultados les tomará mucho tiempo para imitarla lo cual dará
una gran ventana para generar una nueva ventaja.
Lo que realmente debe
importar al momento de implementar nuevas soluciones es el sentir y
actuar de los clientes, si mi nueva creencia ayuda a que esos
problemas que tengo hoy con los clientes se solucionen, van a querer
mucho más a la organización y esto generará una espiral virtuosa de
desarrollo.
La realidad se encarga de
mostrarme los efectos indeseables que está generando el proceso,
eliminarlos dependerá de:
- Voluntad de buscar la creencia que está provocando este efecto indeseable.
- Voluntad de retar la creencia y reemplazarla por una nueva.
Estar dispuesto a retar
mis creencias y reemplazarlas es estar dispuesto a renunciar a la
comodidad que genera la inercia, es más fácil hacer lo que los
demás hacen porque los demás lo hacen, que construir un camino
propio, asumiendo completamente la responsabilidad de mis acciones.
La clave para salir de la comodidad y no arriesgar la seguridad es
tener siempre como norte las necesidades de los asociados, esto
permitirá tener la tranquilidad de ir en la dirección correcta.
“Todo parece
imposible hasta que se hace” (Nelson Mandela)
* Preguntas como ¿este
supuesto es siempre válido?¿cuándo no es válido?, sirven para
retar los supuestos.
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