Aumenta el hambre y la obesidad en el mundo

Hoy pude leer dos titulares que pueden hacer que la tarea de explicar el mundo en el que vivimos a los niños o a un alienígena pueda ser por lo menos vergonzoso. 

Como le dijera, en nuestro mundo cada vez tenemos más gente con hambre, en ese momento el alienígena pensaría, bueno tal vez los podemos ayudar con nuestra tecnología y técnicas avanzadas de cultivo, sin embargo el terrícola no para allí su narración y entonces remata diciendo, y cada vez tenemos más gente con serios problemas de salud debido a la obesidad. En ese momento el alienígena pensaría que tal vez el traductor intergaláctico no interpretó bien el lenguaje del pobre terrícola que hasta hambre debe tener y le pide que por favor repita. La segunda vez que el terrícola le dice que tenemos más gente obesa, y aún desconfiando de su traductor interestelar decide preguntarle a su intérprete de cabecera, el cual le confirma que el traductor está funcionando bien, entonces el alienígena concluye que el problema de funcionamiento lo tenemos los terrícolas. 

¿Cómo es posible que estén muriéndose de hambre y a la vez enfermos de tanto comer?

En ese momento el terrícola al ver la cara de ofuscación de su nuevo amigo alienígena, se dice a si mismo, mejor ni le cuento que estamos acabando con los ecosistemas por extraer un metal para adornarnos, es probable que si le dice esto el alienígena empiece a pensar cómo evitar que más terrícolas conozcan su existencia, además empiece a volverse una necesidad del alienígena evitar que los terrícolas puedan abandonar su planeta, quien sabe que sería del resto del universo si estos seres comienzan a conquistar otros planetas.

Tenemos un serio problema psicológico, algo relacionado con el deseo de autodestrucción. No hay otra explicación posible, es la pandemia más grave que ha tenido la humanidad y parece no tener cura, transitamos cada vez a mayor velocidad el camino que conduce al precipicio. Los músicos del Titanic parecen ser nuestro modelo, sigamos tocando con la mente en calma para ponerle melodía a nuestro inevitable hundimiento.