Más, más, más, nunca será suficiente

En principio pensaba escribir algo sobre la cadena de suministro del narcotráfico, dado el impacto que tiene hoy en nuestro país y gobierno. Empecé a buscar algo de información para explicar su rentabilidad, y llegué al dato sobre su tamaño de mercado actual, aproximadamente 22 millones de consumidores. Este dato me hizo pensar el gran impacto que puede tener el 0.3% de la población mundial. Estos 22 millones de consumidores sostienen uno de los negocios más violentos en la actualidad. 

Además de la violencia también como consumidores hemos generado el cambio climático que hoy nos amenaza. Ejercemos nuestro rol de consumidores de manera irresponsable, obedeciendo cómodamente el sistema en el que hemos nacido. En dos generaciones se pasó de producir nuestros propios alimentos a comprarlos todos en la cadena de suministro. No aprendimos a cultivar, incluso habiendo tenido algún espacio para hacerlo no fue una práctica corriente en las familias de ciudad. 

Tampoco hubo preguntas acerca del cómo se estaban produciendo los alimentos, simplemente se iba al supermercado o la plaza de mercado para adquirirlos. La preocupación acerca de cómo se producen los alimentos y que tan justa es la cadena de suministro es muy reciente y aún son muy pocas las personas que realmente están atentas a su impacto medioambiental. 

De otro lado los gobiernos y los negocios, tienen como principal y casi única preocupación su crecimiento económico, sin importar la vida, el lema parece ser crecer la economía sin importar lo que haya que hacer. 

Dicen que los pueblos se merecen a sus gobernantes, creo que es cierto, no hay forma de que se sostenga un gobernante si la población no lo respalda, sobre todo esa minoría "privilegiada" es decir aquella donde se ha acumulado la riqueza. El gobierno que se nutre del narcotráfico, promociona el fracking, la ganadería extensiva, la minería indiscriminada, ha sido elegido por la población que está de acuerdo con todas estas actividades, la cual también sólo tiene en su mente el crecimiento económico en el corto plazo. 

Y esta obsesión por tener mucho dinero parece tener como objetivo disfrutar de los lujos materiales que ostentan los privilegiados, la mansión, el ferrari, etc. Hay otras cosas que ostentan algunos millonarios que sería mucho más constructivo si se trataran de imitar pero son más difíciles porque no dependen de la cantidad de dinero, no se pueden comprar, por ejemplo el gusto por las matemáticas, la lectura, la ciencia, la espiritualidad, por eso estos nuevos ricos difícilmente llegarán a ser buenos imitadores y ellos lo saben y por eso tratan de ostentar cada vez más, mostrar su poder, tratan de sentirse más porque no pueden dejar de sentirse menos, no lo entienden ni lo entenderán y seguirán buscando qué comprar para llenar ese vacío eterno. Desafortunadamente el impacto de esta frustración es más violencia y destrucción. 

Más joyas, más bienes, más lujos, más vicios, más, más, más, nunca será suficiente, un vacío que nunca podrán llenar, nunca entenderán y en su confusión más destrucción generarán. Parece una espiral decadente sin fin, depende de cada uno comprenderla y abrazarla, en ese momento es posible que desaparezca.