La extraña batalla (3/4- Traer hijos al mundo ¿es justo?)

De repente a la conversación llega la pregunta, ¿será que traer hijos al mundo es una de esas formas de manipular a las masas, un plan para las masas?, no me dio tiempo de responder y comentó "mamá me decía que si pudiera decidir de nuevo decidiría no tener hijos", mi reacción fue una no reacción, de repente salta casi de la nada un comentario de este calibre. Al ver mi no reacción me explicó que lo decía porque se sentía culpable de haberlos traído a este mundo por las peleas y tratos que tuvieron que soportar. 

Es posible que traer hijos al mundo sea un acto egoísta, en mi caso no puedo decir que haya pensado en la supervivencia de la especie cuando lo decidí, difícilmente podría recordar que estaba pensando, sólo sé que fue una decisión de corazón. Y siempre mi posición ha sido de aprendiz, ellas han sido unas de mis grandes maestras, todos los días me permiten descubrir y descubrirme. Tener un hijo es una de esas cosas que pasan en la vida que son imposibles de intelectualizar. 

¿Es justo traerlos a este mundo actual? Aunque mecánicamente somos parte fundamental de la llegada de ese nuevo ser al planeta, no estoy seguro de poder decir que lo traje. Sigue siendo un misterio para nosotros lo que hace que la energía en un momento dado decida transformarse en un ser. Lo máximo que puedo creer es que tenemos la maravillosa oportunidad de acompañamos en parte de este recorrido llamado vida. 

Difícilmente podremos decir que las decisiones son completamente cosa nuestra, somos parte de una cultura, una sociedad y por lo tanto lo que pensamos está inevitablemente guiado por los paradigmas reinantes en nuestra sociedad. Lo que puedo decir es que la experiencia de ser padre es de mucho crecimiento, como amplifican lo que somos y nos permiten conocernos si estamos atentos. Aunque esto difícilmente puede suceder si nos creemos los papás que saben lo que debe ser para ellos. 

Llegando a este punto hablamos de los paradigmas, y como permanente buscaba cuestionar todos los paradigmas que gobiernan nuestro actuar, le pareció que esto podría ser contraproducente, acaso ¿no es necesario tener unos cimientos?¿unas normas establecidas?¿es sano cuestionar todo? Mi posición es que si, debo permitirme observar todo con la posibilidad de cuestionarlo, no aceptar ningún dogma por el simple hecho de que lo sea. Acepto aquello a lo cual le encuentro sentido desde mi punto de vista, no logro moverme con aquello de la fe ciega y espero. 

Es un hecho que los paradigmas es una de aquellas construcciones cerebrales que le permiten optimizar el uso de energía, no tengo que inventarme cada día cómo cepillarme los dientes o bañarme, pero puedo estar abierto a cambiar mis rutinas si encuentro mejores formas de obtener un mejor resultado. 

Termina este tercio sin una respuesta específica como debe ser, sin embargo atreverse a calificar traer un hijo al mundo como justo o injusto me parece muy soberbio en la medida que nos hace creer que es del todo una decisión que sólo depende de nosotros.