El primer concierto (No hay plan)

Desde hace varios meses cada día al abrir la ducha y recibir el agua fría pienso que estoy atravesando un portal a través del cual llego a un lugar llamado día, a vivir lo que traiga. Día a día soy testigo de las sorpresas que me trae la vida, me doy cuenta que cualquier cosa que podamos planear difícilmente podrá llegar a ser tan sorprendente como lo que la vida te trae, grandes emociones y aprendizajes sin parar.  

Esta semana, sucedieron dos en particular. La primera fue una sorpresa de salud con mi esposa, que me da para otro post completo, y la segunda, sobre la cual quiero escribir hoy, la sorpresa de permitirle a mi hija vivir su primer concierto y a mi de acompañarla. 

La noche anterior mi hija le había dicho a su mamá que no iban a poder ver su serie al día siguiente, como lo hacen habitualmente, porque iba a ver el concierto de este cantante por Instagram, esto es algo que ha venido haciendo, ya ha visto su concierto en distintos lugares del mundo porque siempre hay uno o varios asistentes que lo transmiten en directo. 

Al día siguiente mi esposa va al trabajo como lo hace habitualmente, y al llegar a la oficina le hace un comentario a una de sus compañeras que tenía boleta para el concierto, de que emoción que hoy es el concierto, ya estás lista para ir? a lo cual ella responde: 

- No, ya no voy a ir, no se dieron las cosas, y estoy tratando de vender la boleta de mi amiga, la mía preferiría dársela a tu hija que se que le gusta o perderla, pero no buscarle cliente. 

Entonces mi esposa me escribe por WA contándome la situación y me pregunta ¿Quieres ir al primer concierto de @? 

Mi reacción es como de wow, yo no recordaba que el concierto era en Barcelona y ver como toda una serie de decisiones, acciones y circunstancias, aparentemente ajenas a nuestra voluntad, claramente fuera de cualquier posible plan que hubiésemos podido construir, hubiesen llevado a tener la posibilidad de llevar a mi hija a su primer concierto, y que fuera de uno de sus cantantes favoritos, el cual ella pensaba ver esta noche por Instagram, simplemente me pareció alucinante. 

Mis respuestas fueron:

- "Wow...es como, qué deseo le pedirías a la bola de cristal? ten cuidado porque de pronto te lo concede...

- ...creo que no puedo decir que no, sé que la haría muy feliz...

- ... y a mi me hace muy feliz que ella sea muy feliz.

Ahora era cuestión de coordinar logística, tuve que aplazar una reunión y coordinar algunos asuntos. Cuando mi esposa le contó a mi hija por teléfono, porque estaba en el trabajo, su reacción fue de ¿en serio? con una inevitable gran sonrisa en su rostro. 

Nos alistamos y emprendimos el viaje de 90 minutos en el coche hasta Barcelona, había reservado una plaza de parqueadero a unos minutos, caminamos hasta el Palau Sant Jordi, llegamos y abrieron las puertas, hicimos la fila, la entrada fue rápida, todo muy organizado y cuando entramos empezó a sonar la música del primer telonero, paramos antes a comprar algo de comer y nos dirigimos a la pista. Quedamos situados más o menos en la mitad de la pista, en medio de muchas más jóvenes de más o menos la edad de mi hija y unas cuantas mamás y papás en el mismo plan de acompañar, aunque una de las mamás que estaba a mi lado cantó y se disfrutó cada una de las canciones igual que su hija. 

El primer telonero comenzó puntual y estuvo aprox 25 minutos. Luego vino el segundo telonero, también a la hora exacta y por el mismo periodo de tiempo. Finalmente salió al escenario el artista principal, también muy puntual. Fue un buen espectáculo, luces, pantalla, sonido, instrumentos, mi hija cantó todas las canciones con gran emoción y ser parte de ese gran grupo de personas que estaba viviendo con alegría el momento, haciendo, todos juntos, distintos movimientos, todos con mucha emoción y a la vez con mucha tranquilidad, me dio la sensación de haber vivido un gran logro. 

Para mi lo más extraño, además de la puntualidad, fue que después de que interpretó la última canción el concierto simplemente se acabó, prendieron las luces y la gente empezó a salir tranquilamente, no hubo un otra, otra, otra, como siempre había vivido yo en otros conciertos, nadie ni siquiera por equivocación lo pidió. Le hice este comentario a mi hija y ella me dijo que era porque ya sabían que el cantante no hacía esto, yo sólo le dije, creo que no ha ido a Colombia :)

Pero a nuestro alrededor, extrañamente, no todo fue alegría, pero esto tal vez lo cuente en un siguiente post. 

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